Sin duda una de las experiencias más lúdicas en este viaje fotográfico
ha sido la visita al mercado, aquí aprendí que a veces los seres humanos no
vemos más allá y juzgamos de mal forma a las personas o los lugares, un ejemplo
de esto es el mercado, ya que al parecer los grandes empresarios para su conveniencia nos han vendado los ojos haciéndonos
creer que ir a esos lugares no es bueno, cuando en realidad es lo contrario, me
di cuenta que la gente es amable, te sonríe ,te desea un buen día porque quiere
y no porque les descuentan de su sueldo si no lo hacen.
El maestro Montoya nos pidió que tomáramos fotos con los
ojos vendados y estos fueron algunos de mis resultados:
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